viernes, 5 de octubre de 2012

PACHECO EL GALGO DE JULIO ROMERO DE TORRES

diana cazadora


 Pacheco fue fiel acompañante en la vida del pintor . Solia estar repantigado en un diván mientras el maestro pintaba.
Alfonso Camin ,poeta y amigo del pintor le dedico estas lineas en la revista gráfica Estampa :


“Un día entrevistamos a Romero de Torres en su estudio madrileño. Y en ninguno de los movimientos, ni de las palabras, faltó la curva de gracia del fino galgo de seda. A nuestras preguntas, paseaba él la admiración de sus ojos -ternura y gravedad- por nuestros semblantes. Aquellos ojos de Pacheco, fraternos y limpios, como dos avellanas doradas sobre la proa de su hocico, buen azuzador de auroras y adorno de aquella frente de heráldica pensativa. Pacheco era una larga ese mayúscula. Una ese de salves y de “salud, hermano”.Por su figura correcta y preocupación armoniosa, podría llevar dentro de si, sin temor a desdoro, el alma de otro pintor con gran semejanza con el galgo de Romero de Torres. Ese pintor era Van-Dick que, acaso, como Pacheco, llevaba en la jaula del pecho, todo en neblinas, prisionera, una alondra que se ahogaba de sol. Pacheco y Van-Dick hubieran sido también buenos amigos. Porque pacheco tenía un alma profunda como una noche fresca y silenciosa. Odiaba la pandereta y no gustaba de las guitarras si al sonar no lloraban de veras. Sacudía las orejas en señal de protesta si escuchaba un cuplé en los tablaos y oía con religioso silencio todas las coplas flamencas, con una gran comprensión humana que no se ha visto jamás entre las gentes del colmado. Tenia, en esencia, el mismo gusto estilizado y andaluz de su amo”.

escultura de Pacheco delante del museo dedicado al artista
 



vivió 3 años más


El escultor Juan Cristobal inmortalizo al pintor en 1940 y como no, el galgo Pacheco ocupa un lugar principal en la escultura junto a su dueño.
La escultura se encuentra enclavada en la parte sur de los jardines de Agricultura de Córdoba.

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